Por paradójico que parezca, T02019;sao Chan nos propone que la salvación de la humanidad se encuentra precisamente en la lucha verdadera del sendero zen del guerrero, sin violencia, revoluciones cruentas ni grandes conquistadores como los que aparecen en el presente libro; que a menudo es peor el remedio que la enfermedad, y en lugar de grandes gobernantes se producen terribles tiranos enloquecidos por el poder conseguido. El fin último del ser humano es conquistar el amor, la paz, la bondad, la armonía y la elevación espiritual, que sean capaces de convertir a este mundo en un verdadero paraíso, para que así las almas nobles no tengan que andar buscando su verdadero hogar, su casa, su lugar, que es el lugar iluminado y lúcido de donde todos provenimos, porque al conquistar los mundos interior y exterior como guerreros zen, tanto en esta como en próximas vidas podremos seguir existiendo y librando las más nobles batallas, disfrutando y produciendo en todo el multiverso, que en realidad es nuestro hogar primigenio y donde reside desde siempre el merecido descanso del guerrero.