Mozart, ayudado siempre por su fiel amigo Thamos, obtiene en los ritos masónicos la inspiración necesaria para componer sus más prestigiosas óperas. Feliz en el amor, y padre de familia, su carrera parece haber despegado, pero las amenazas del poder político que desconfía de las logias, y la envidia de sus enemigos amenazan con destruirle.