"Barracudas" son, metafóricamente hablando, las familias difíciles, resistentes, que llegan a la consulta con un historial de cinco o más años de fallidos intentos terapéuticos. En los términos más humorísticos del autor, son "las familias asesinas que devoran a sus terapeutas. Se las puede detectar por la sonrisa que asoma a sus labios y el timbre de regocijo que resuena en su voz cuando describen su problema crónica y enumeran a los terapeutas que han devorado". El pescador necesita maestría para capturar al pez y prudencia para evitar sus dentelladas; análogas cualidades se requieren en el terapeuta, que debe comprender a estas familias y lograr que cambien y, al mismo tiempo, sortear los peligros que supone trabajar con ellas.
Basándose en su larga práctica de la terapia sistémica breve de familias, Joel S. Bergman describe gran número de intervenciones estratégicas paradójicas, humorísticas, impactantes e eficaces.