Este libro trata de explicar lo inexplicable, la devoción a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, la devoción de Sevilla. Un Nazareno de gran sentido teológico en su advocación, que se humaniza en madera como se humanizó haciéndose carne el Dios de la religión cristiana. Si un meticuloso inquisidor o un teólogo de salón analizara una exposición como ésta quizás tendría motivos para pedir excomuniones o para llamarla superficial. Pero la ciudad, desde hace siglos, entendió a Dios en la ciudad de una manera más sencilla, más cercana, más humana, y atrás queda toda consideración previa, incapaz de Filosofía ni de Historia?
Las líneas que vienen a continuación son las de un libro de historia de una hermandad, de una Imagen, de una devoción, de una ciudad. Procuran centrarse en el Alfa y el Omega bordados en la "túnica persa" del Señor. Una imagen titular que sería universal y que fue anónima durante años. Una historia que no es local: en las andas barrocas de Francisco Antonio Gijón se podría estudiar a Berninini y a Borromini; en los bordados de Rodríguez Ojeda, la vanguardia sevillana que no emigró a Montparnasse o el recuerdo de los grutescos de Pompeya y los bordados de la Magna Hispalensis... Una hermandad que vivió la decadencia, la influencia, que estuvo junto a los Reyes pero que sólo tuvo a un Señor; que tuvo pleitos históricos y hasta posibilidades de fusión con la Esperanza más universal; que intentó ser manipulada por los poderes, pero que sólo tuvo un Poder entre sus reglas; sólo tuvo a un Dios, que puede ser el de los poderosos, que decía Núñez de Herrera, o el de los menesterosos de cualquier signo pero, ante todo, devotos de la visita a los viernes del Señor? Hermandad del siglo XV y del siglo XXI, con riqueza patrimonial pero, sobre todo, devocional. Las siguientes líneas son un empeño difícil, un libro para leer con los ojos abiertos y también con los ojos cerrados, un compendio que sirva de divulgación, para los de dentro y los de fuera, sobre una imagen, una hermandad y una devoción de siglos.