Guillén es autor del Barroco y sus obras, por tanto, se pueden agrupar bajo epígrafes como comedias de conflictos matrimoniales, caballerescos, mitológicos, de influjo cervantino, costumbristas, de capa y espada...El teatro de Guillén no se reduce a la simple y rígida uniformidad que, en último extremo, podría deducirse. Al lado de personajes masculinos que conllevan virtudes aparecen otros que usan y abusan del cinismo, la hipocresía o la burla de las leyes sociales y familiares. En cuanto a las mujeres no son ejemplos de honestidad, gallardía y amor.