La encíclica «Veritatis splendor» constituye la «carta magna de la moral cristiana». En este documento, que marcará el pontificado de Juan Pablo II, el Magisterio de la Iglesia expone las bases fundamentales de la doctrina moral, sin entrar más que de pasada en temas concretos, pero con la perspectiva de los desafíos de la nueva evangelización y de los grandes problemas controvertidos, en la actualidad, sobre cuestiones morales:` ley moral y libertad; conciencia y verdad; autonomía de la conciencia y Magisterio; existencia de normas universales negativas que obligan siempre y sin excepción; opción fundamental y moralidad de las conductas concretas. La Iglesia aparece en este documento como Madre llena de comprensión y, también, como Maestra que enseña con claridad y firmeza lo que es bueno y lo que es malo. La encíclica tiene un profundo enfoque bíblico, cristocéntico y pneumatológico, e integra todas las exigencias de la ley natural en la Ley nueva del Evangelio de Jesucristo. Exigirá, sin duda, a muchos moralistas una seria reflexión sobre sus planteamientos fundamentales, y se puede prever que será signo de contradicción por la fidelidad y firmeza de su doctrina, en la que brilla el esplendor de la verdad.