Los problemas en la alimentación son frecuentes en los niños. No es raro oír quejarse a las madres de lo mal que lo pasan a la hora de dar de comer a sus hijos. Ejemplos claros de esto son la lentitud, la negación a tomar algunos alimentos o los vómitos frecuentes. Muchas veces, sin querer, los adultos favorecen su aparición y su mantenimiento, y el momento de las comidas se convierte en una pesadilla. Por otra parte, la falta de conocimientos sobre lo que es normal en un niño según la edad que tiene hace creer a veces que existe un problema allí donde no lo hay. Por todo ello, es importante saber detectar el comienzo del mismo con prontitud y distinguir si la conducta del niño respecto a la comida es normal para su edad.
Este libro es una guía de prevención y tratamiento de aquellas situaciones que cumplen los requisitos para considerar que existen problemas en la alimentación. Su autora analiza los distintos casos que podríamos considerar " menores " relacionados con los hábitos alimentarios. Proporciona las directrices para saber distinguir cuándo existe una dificultad real, qué se puede hacer ante la misma, cómo saber si hay que solicitar ayuda a un experto y cómo puede colaborar la familia para alcanzar una solución.