En nuestro país, los escépticos, agnósticos o ateos apenas expresan públicamente su increencia, contribuyendo por omisión a mantener la inercia de los poderes que administran la fe recibida apoyándose en su abrumador predominio en los grandes medios de comunicación. Las iglesias, favorecidas por las instancias públicas, siguen arrogándose -en particular la católica- una función de tutelaje moral, prolongando su tradicional dominación ideológica. Pero el amor, el sentimiento, la esperanza, la emoción y la solidaridad deben emanciparse de las formas alienatorias de la religión, y de sus actuales subrogados, a fin de alcanzar un genuino fundamento racional y laico anclado en una visión del mundo y del ser humano que desaloje las ilusiones transmitidas por el legado mítico. La racionalidad potencia y dirige los impulsos del corazón hacia metas liberadoras que conduzcan a una sociedad mejor.
En este libro, el autor amplía las perspectivas de las obras publicadas por esta Editora -Ideología e Historia. La formación del cristianismo como fenómeno ideológico (6ª ed., 1993), Fe cristiana, Iglesia, poder (2ª ed., 1992), y El Evangelio de Marcos. Del Cristo de la fe al Jesús de la historia (2ª ed., 1994)-, y ofrece un conjunto coherente de escritos que ilustran algunas de las formas y figuras que reviste la alienación religiosa, contribuyendo así a fortalecer las razones que muchos ciudadanos ya tienen para no creer, o a estimular a otros a cuestionarse sus supuestas razones para creer.