Este libro trata de quienes, aún siendo niños o adolescentes, tuvieron que salir de España empujados por la derrota republicana de 1939. De entre el numeroso grupo de obligados viajeros, el autor se ha centrado básicamente en aquellos que han desarrollado inquietudes literarias, presentándolos en su medio, dando a conocer su obra y exponiendo los problemas que tuvieron que superar para alcanzar sus propósitos. El objetivo último del trabajo sería acabar con ciertas injusticias, ligadas a intereses determinados o a cómodos olvidos. Está claro que los llamados niños de la guerra todavía constituyen una laguna en nuestra historia literaria. Conviene, pues, ubicar a cada cual donde le corresponde.