El propósito de esta antología -que hace en su título numérico un homenaje a los diseños futuristas- no es tanto aportar nombres nuevos -aunque los hay- sino ver cómo diez poetas que aceptan, cada cual a su modo, los postulados realistas, figurativos o experienciales (y que los han practicado en lo que llevan publicado) intentan ir más lejos. La mayoría lo ensaya por la interiorización mayor, por la búsqueda radical del sentimiento, pero otros no dejan de intentar la exploración de formas (sintácticas, experienciales o de escorzo) menos o no usadas. No asistimos, entonces, a un cambio de rumbo, sino a una ruptura interna. Poetas que, fieles a sus orígenes, no se conforman con ellos.