Los recientes descubrimientos de la investigación, la reinterpretación de la cultura material y la información documental han cambiado de manera significativa nuestros conocimientos y nuestra comprensión de la prehistoria de la península Ibérica. No solamente nos han llevado a una reconsideración de nuestra imagen de la vida en las comunidades ibéricas antes de la llegada de los fenicios y los griegos al Mediterráneo occidental, sino que además han clarificado de manera significativa el papel desempeñado por los colonizadores. Este libro traza la evolución de la Península a lo largo de casi tres milenios, hasta la invasión romana a finales del siglo III a.C., una época en que la Península fue una región avanzada dentro de las culturas clásicas occidentales. La autora reinterpreta la cultura material y la estructura socioeconómica de la Península y atribuye la fuerza impulsora de la evolución técnica y económica al descubrimiento y uso de los metales. Una vez que la metalurgia fue totalmente desarrollada y que las armas de bronce fueron muy solicitadas por todo el continente, las costas atlántica y mediterránea se convirtieron en las rutas para el intercambio de mercancías. Las colonias fenicias contribuyeron enormemente a la dinámica del cambio, ya que las repercusiones sociológicas perduraron en la cultura material de los pueblos que les siguieron. La posterior llegada de los colonizadores griegos y púnicos, y su impacto sobre las culturas ibéricas, comenta la profesora Fernández Castro, marcó un período de fuerte influencia helénica, que condujo a un proceso de aculturación y transformación que culminó con la derrota de los cartagineses por los romanos en la primera guerra púnica de 241 a.C.