La movilidad geográfica y las migraciones internacionales están alcanzando proporciones desconocidas, únicamente comparables a las acaecidas el siglo pasado con los movimientos transatlánticos. El origen de las mismas, además de en la pobreza, se sitúa en otro tipo de factores, como las presiones políticas o la degradación medioambiental. En esta última década España también se ha convertido en un país atractivo, en especial para las personas de la orilla sur del Mediterráneo, debido al crecimiento económico y modernización de nuestra sociedad, que de emisora ha pasado a ser receptora de inmigración. Una serie de problemas se han producido a raíz de estar interrelación de culturas, que tienen su campo de acción en el mercado de trabajo, en la convivencia social, en el acceso a los recursos.